lunes, octubre 11, 2010

¡Despedido por comerse un croissant!

Esta es una de esas noticias surrealistas pero lamentablemente ciertas. Un joven modelo belga, Florian Van Bael, ha sido despedido de la prestigiosa firma de moda "Abercrombie & Fitch" por comerse un triste croissant durante una sesión fotográfica.

Este hecho desata de nuevo la polémica en torno a la extrema delgadez de algunos modelos y al calvario al que les someten las grandes marcas con tal de que mantengan una imagen perfecta y conforme a las necesidades del producto.


A raíz de esta barbaridad de despido totalmente infundado, sólo porqué el chico tenía hambre y se comió un croissant, han salido a la luz los agresivos controles de comida, bebida y ejercicio que "Abercrombie & Fitch" ejerce sobre sus empleados.

En este caso concreto, la sesión de fotos duraba ya muchas horas y el chico necesitaba un pequeño tentempié para continuar. Tal como se metió el croissant en la boca, le pidieron que abandonara inmediatamente el set en New York y le dieron por despedido. Pero ahí no acaba todo ya que se ha filtrado que dicha sesión duró en total siete días, los modelos trabajaban 13 horas diarias por un mísero sueldo de 1.000 euros. ¡Y encima le despiden por comerse una pastita!

Realmente, ejemplos como éste relacionan la moda directamente con la delgadez extrema. Si veis fotos de Florian, veréis que es un chico ya muy delgado de por sí. Habrá gente que diga "Oye, claro que le deben despedir, vive de su cuerpo y tiene que cuidarse". Pero yo pienso que la faceta humana siempre tiene que estar por encima de cualquier actividad profesional. Si el cuerpo te pide comer ¡Come! No digo que en medio de la sesión se zampe un plato de spaghetti a la boloñesa, pero un tentempié sí. La salud es lo primero, le pese a quien le pese. Además, ¿Un croissant recién comido se nota en las fotos de manera automática? ¡NO! Y no sé para que tanta amenaza si hoy en día pasan el photoshop y los dejan a todos más artificiales que el plástico..

En conclusión, el despido a Florian me parece insultante, intolerable y vergonzoso. Deseo que la justicia le dé la razón al joven y que la marca tenga que desembolsar toda esa pasta que ganan a costa de explotar a sus modelos. ¡Dicho queda!