El derecho a huelga viene reconocido en el artículo 28.2 de nuestra Constitución-o Carta Magna, como dicen los cursis- como un derecho fundamental, tanto en su vertiente positiva (derecho a hacerla) como en su vertiente negativa (derecho a ir a trabajar). Es decir, no es un derecho-deber. Por lo que deben ser respetadas tanto las personas que deciden hacer huelga como las que deciden ir a trabajar.
Al respecto,la jurisprudencia ha entendido la “huelga” como un concepto amplio, en concreto, como “cualquier irregularidad, por parte del trabajador, en la relación laboral”. Es decir, para hacer huelga no es necesario ir a una manifestación convocada por los sindicatos, sino que basta con quedarse en casita o, incluso, en ocasiones, con pintarse el pelo de un color muy llamativo para ir a la oficina (ya saben…que en este país hay de todo).
Pero independientemente de las modalidades de su ejercicio, en modo alguno se debe tolerar el uso de la violencia. Si, como antes expliqué, tenemos el derecho tanto a hacer huelga como a no hacerla,-y ambas posturas son respetables- ¿por qué diablos “permiten” la existencia de piquetes?¿ En qué medida está justificado destrozar coches, negocios y todo lo que se encuentren estos cafres por delante?¿Este es el ejemplo de huelga que quieren dar estos salvajes?¿Y por qué se tienen que cortar las aerolíneas internacionales?¿Quienes son estos sindicalistas para decirnos que no tenemos que ir en transporte, a excepción del cercanías?¿Lo han votado la mayoría de los españoles?¿Con qué legitimidad actúan? Y para decirles a los abuelos que no se queden con sus nietos y que vayan a la huelga, ¿qué autoridad moral tienen?
Si hay una organización en este país que haya perdido más credibilidad aún que los partidos políticos, esos son sin duda los sindicatos chupópteros-verticales de ZP.¡ Con la que ha caído, y ahora nos vienen con estas historias!
Desde luego no tengo ninguna intención de hacer una huelga de justificación de estos liberados sindicales. Porque entre otras cosas, más que una huelga contra el gobierno, parece una huelga contra los empresarios, la banca internacional y la oposición.
Así que- viendo el panorama como está- sólo me uniría a la huelga si fuera contra el Gobierno, los más de 10 millones de personas que lo votó(a ver si va a resultar ahora que nadie lo ha votado), contra los periodistas y artistas “titiricejas” que lo apoyaron-y que ahora se han quitado del medio-, contra la SGAE y, por supuesto, contra los sindicatos que no han hecho más que vivir de la “teta del Estado”.
¡Con razón estamos pelados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario